miércoles, 5 de agosto de 2009

Preparativos para la descatolización de America




El supremo consejo Masónico celebrado en la ciudad de Ginebra (1924), acordó iniciar un a nueva etapa de la descatolización violenta de Iberoamérica y escojo a México como laboratorio de experimentos.

El presidente Calles se entusiasmo con el plan y lo hizo parte de su régimen.
El día 21 de febrero de 1925 fue invadido el templo de La Soledad por milicianos de la Confederación Regional Obrera Mexicana (CROM, organización comunista) disfrazados de “Caballeros Guadalupanos”, el sacerdote Joaquín Pérez (masón) se autoproclama patriarca de la Iglesia Católica Mexicana, los católicos quisieron recuperar el templo, pero los disturbios terminaron con un muerto y Calles envío a la policía para que protegieran a los de la CROM. El padre fue secundado por Manuel Monge, y después se le dio el templo del Corpus Christi (Distrito Federal) para que ahí iniciara un tipo “vaticano”.
Altos funcionarios exaltaban a los curas para que secundaran el movimiento pero al poco tiempo Pérez quedo sin seguidores.
El arzobispo José Mora y Río alerto a la comunidad católica.

Siguieron varios actos hostiles contra la iglesia como en Tabasco que declaraban que todos los sacerdotes deberían ser casados, o en Guadalajara donde clausuraban los seminarios Mayor y Menor, los conventos del Calvario, de las Madres Reparadoras y de las Adoratrices.

En marzo de 1925 se funda la Liga Nacional Defensora de la Libertad Religiosa (LNDLR) en la ciudad de México encabezados por el licenciado Miguel Palomar y Vizcarro y por Rene Capistran Garza.
Una de sus principales actividades fue que cuando entro en vigor el artículo 130 de la constitución (31 de julio de 1926), esta liga respondió con un llamado civil a boicotear artículos no indispensables y de asistir a diversiones públicas, en señal de protesta contra las leyes anticatólicas del régimen. Se desplomaron los comercios en Jalisco, Michoacán y Puebla. La cámara de Comercio pidió al gobierno que pusiera una solución a este asunto, pero Calles alegaba que el solo estaba cumpliendo con la ley.
El articulo 130 tiende a reducir el numero de sacerdotes y templos, para esto Calles obtuvo facultades especiales del congreso.

El arzobispo Mora y del Río hizo en privado algunos comentarios desfavorables contra el régimen de Calles, su ahijado de confirmación, el periodista Luis Moreno Irazabal los publico en “El Universal”. Después apareció otra versión publicada por Ignacio Monroy. Ambos comentarios los negó el arzobispo y ambos comentario los utilizo Calles como excusa para recrudecer la persecución religiosa.

La secretaria de Educación prohibió la enseñanza religiosa y todo lo que este relacionado con ella.
Inmediatamente hubo clausuras de templos, seminarios, monasterios y colegios católicos, arrestos de sacerdotes y expulsión de estos más de 300.

La iglesia Católica tuvo culpa en base a estos como lo dijo el obispo de Huejutla, por no haber tomado parte en la política (ya que con las leyes de Calles la política estaba tomando parte en la religión, igual que el bomberito de las americas, Benito Juárez): “no hablo de la política de partidos, de pasiones y egoísmos, sino de la política de principios, de las grandes verdades del orden social que son el fundamento de la paz, del bienestar y de la dicha de los pueblos…Desinteresarse de estas cuestiones, no colabora a su solución es una falta grave cuyo castigo se traduce en la dolorosa situación que atravesamos hoy día”.
(Se podría traducir estas palabras del obispo hoy por hoy, no como una persecución religiosa, sino como una persecución del bienestar del pueblo, el que el gobierno no haga nada por solucionarlos lo convierte en cómplice, no hablo de la participación del pueblo en ir a votar, hablo en que las manos del pueblo, su capacidad, esfuerzo e inteligencia se encuentran lejos de la política y es el causante del malestar que atravesamos hoy día)

El 11 de abril de 1926 dijo el arzobispo Miguel Curley, de Baltimore en estados gringos que: “nuestro gobierno no ha hecho otra cosa, durante los últimos 12 años, que intervenir en los asuntos de México…Calles esta hora en el poder y continua la persecución contra la iglesia porque sabe que esta de acuerdo con Washington…Nosotros, mediante nuestro gobierno, armamos a los bandidos asalariados de Calles. Nuestra amistad lo alienta en su nefasta empresa de destruir la idea de Dios en el corazón de millares de mexicanos”.

En Querétaro hubo una manifestación católica que fue disuelta a tiros, hubo 2 muertos. En Yucatán se prohibió las pilas de agua bendita, una pinché excusa de “por razones sanitarias”.

Algunos de los artículos de las leyes Calles:
• Artículo 6- quedan prohibidos los votos religiosos y las órdenes monásticas; los conventos serán disueltos por las autoridades y quienes vuelvan a reunirse en comunidad serán castigados con uno o dos años de prisión y los superiores de las órdenes con seis años de cárcel.
• Artículo 7- las personas que induzcan a un menor a ingresar en una orden monástica, sufrirán la pena de arresto mayor y multa de segunda clase.
• Artículo 10- ni privada ni públicamente podrán formular los sacerdotes críticas algunas de las leyes, o del gobierno, bajo pena de uno a cinco años de cárcel.
• Artículo 21- la iglesia no podrá adquirir, poseer o administrar bienes raíces, ni capitales impuestos sobre ellos. Se concede acción popular para denunciar los bienes que se hallen en tal caso.

Las leyes también obligaban a los sacerdotes a estar registrados, estaba prohibido dar misa sin el registro, de esa manera el régimen podía decir quien si daba misa y quien no.
(A Benito Juárez se le olvido separar también al estado de la iglesia, ¿o también era parte del plan?)
Obedeciendo a estas leyes, la policía infiltro a espías en organizaciones católicas para que delataran si se hacían misas clandestinas o privadas, eran arrestados, si se les descubría a mujeres en el acto también se les aprendían y las violaban en la cárcel (ni siquiera Anna Frank con los nazis).

En estados gabachos vivían varios católicos que veían con desagrado estas acciones, el general Enrique Estrada (ex secretario de Guerra y ex jefe rebelde durante el levantamiento de De La Huerta) pensó en hacer un movimiento armado, organizo a varios católicos allá pero fue descubierto y como iba ser un movimiento católico fue aprendido, que diferente si hubiera sido una marxista.

Las agrupaciones católicas juntaron firmas (2 millones en total) para presentarlas al congreso, pedían que se dejara en paz el asunto religioso. Calle dijo que los católicos tenían 2 opciones: uno acudir al congreso de la unión o dos tomar las armas.
En el congreso nadie les hizo caso.

Otros atropellos contra los católicos iban en aumento:
Daniel Sánchez y otro agente federal mataron a José Fartan porque no quiso retirar del aparador de su comercio un letrero que decía “Viva Cristo Rey” (29 de julio de 1926).
El general Eulogio Ortiz asesino al párroco Luis Batis y Salvador Lara Puente y David Roldan de la Asociación Católica de la Juventud Mexicana (ACJM), en rumor de que se querían levantar en armas, en Chalchihuites, Zacatecas.
El general Zepeda fingió ser católico para unirse a unos jóvenes que querían levantarse en armas, Manuel Melgarejo de 17 años, y Joaquín de Silva, en Zamora, Michoacán.
El párroco Pedro López también fue asesinado por los mismos motivos en Pueblo Nuevo, Durango.

Los católicos entonces estuvieron de acuerdo en la lucha armada, el Papa Pío XI los exhorta: “Al combatir por la libertad de la Iglesia, por la santidad de los días consagrados a Dios; en todos estos casos y en otros semejantes no se hace política; sino que la política ha tocado el altar, ha tocado a la religión…y entonces es deber nuestro defender a Dios y a su religión, es el deber del Episcopado y del Clero, es vuestro deber”.

2009 no se trata de defender a Dios y a su iglesia, esta vez se trata de defender a México y a todos los que habitamos en ella, el gobierno no se ha declarado públicamente enemigo del pueblo pero ha dejado que diferentes mafias lo ataquen por muchos lados, lo convierte en una mafia mas y hasta protectora de estas porque no hace nada para protegernos, si vamos al congreso lo seguro es que no nos hagan caso, entonces nuestra situación no es muy diferente a la de los católicos de la década de los 20, o nos quedamos en el mismo estado de cosas o tomamos las armas, no es ilícito, es nuestro deber.

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