viernes, 20 de febrero de 2009

El Sufragio Universal

Un Hombre = Un Voto

La característica principal de la democracia es la participación ciudadana en la elección de los candidatos, candidatos que prometen, pero nunca cumplen. Las tendencias hacia la feminidad han hecho que este slogan de “un hombre un voto” sea cambiado a “una persona un voto” para no caer en interpretaciones machistas. Si bien aquí en México ha sido pocas las veces que hemos tenido una “democracia” al elegir al los representantes o gobernadores, con Porfirio Díaz 30 años en el gobierno, la revolución un caos total, se subía el que tuviera armas, de los 20’s a los 40’s se acribillaban a los que iban a votar, de los 40’s para el 2000 el mismo partido siempre ganaba (no la misma persona pero si el mismo partido), luego el IFE (que se paga con el dinero del pueblo, al igual que todas las campañas políticas) ahora si el pueblo “elige” a sus representantes o gobernadores (que de igual forma todo ciudadano sabe que no hacen nada mas que grilla). Que la mujer empezó a votar en los años 50’s, que gran avance, ahora las mujeres tiene que levantarse al igual que los hombres el domingo en la mañana (el día de más descanso), hacer fila (en el sol), presentar una credencial que le da permiso de comprar bebidas embriagantes o tabaco (igual de dañinos y derrochadores de dinero que la democracia), se meten a votar, “el voto es libre y secreto” pero si le iba a determinado partido ya se sabe de antemano por cual va a votar, la única diferencia es que en la casilla nadie lo ve. Después, la urnas con los votos de los victoriosos ciudadanos que han cumplido su deber democrático, tan sagrado en veces como tomar la eucaristía, llegan para ser contadas, si es que no se les adelanta el ejército con rifle en mano y cartucho cortado a quitarle las urnas a una pobre mujer que aún cree en la democracia, o se lo llevan a una joyería para llenarlas de votos falsos. Más de una vez se le ha tomado el pelo al pueblo con lo del voto, con José Vasconcelos, con Cuauhtémoc Cárdenas, victorias claras, y de repente, gana el que tenía menos posibilidad.

El voto corresponde una igualdad para todos los ciudadanos, cualquiera mayor de 18 años puede ejercerla, no importa si es el peor de los borrachos, un drogadicto, un criminal, o un intelectual, un profesional, un padre, un maestro, un ingeniero, o un responsable hombre de familia, el voto es igual. La importante decisión, los meses de preparación para verificar cual es el candidato más recto, el que menos tenga un pasado dudoso, el más acorde con los sentimientos nacionales, puede verse anulado pon un alcohólico que fue a votar y que por su voto, subió al poder a un corrupto que endeudó mas al país, vendió las empresas del estado, arruinó el campo mexicano, dio rienda libre a la delincuencia porque permitió los derechos humanos, vendió Telmex, Ferromex, que eran patrimonio de los mexicanos, eran del pueblo y ahora son de una sola persona extranjera para variar, y el dinero, pues no se sabe lo que se hizo con él.
El voto en teoría es una participación social en la política, pero en la práctica es cosa contraria, personas adultas creando recelos sólo porque el compañero de trabajo le va al otro partido, que unos quieren una democracia popular (que solo difiere a la tiranía por el nombre) y otros seguir votando el domingo en la mañana, que unos quieren más democracia (con lo cual llega el aumento de impuestos) y otros quieren una forma alternativa de gobierno, en fin unos contra otros, todos contra uno, uno contra todos, ¿y qué pasó con “la unión es la fuerza”? se cambió por “desune y vencerás”, el pueblo esta desunido, lo único que queda por concluir, es que el que vence es como siempre, el gobierno.

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