¿Cuál Crisis Compadre?

En las últimas semanas no se ha hablado de otra cosa más que de la crisis económica por la que atraviesa el decadente Imperio Yankee, pero como diría el mexicano promedio -¿cuál crisis? Si yo he estado igual de jodido siempre-.

Y mucho menos han de sentir esta crisis los “confiables”, “serviciales”, y “finísimos”, de nuestros legisladores, si ellos ganan arriba de $150,000.00 mensuales, y menos, si además le sumamos las prestaciones, más seguros, más su prima vacacional, más previsión social, más su mísero aguinaldo que sólo asciende a poco más de $100,000.00 (ni para su pavo en oferta con puntos de Soriana les ha de alcanzar), más su celular, más su automóvil (del año, y si así lo requiere, chofer, guaruras y blindaje, por si las moscas), despensa (muy diferente a las despensas del DIF), más su servicio médico con cobertura internacional (para sus viajes de trabajo a Las Vegas, París, Long Beach, Hawaii, y demás lugares paradisiacos con los que 100 millones de mexicanos sólo podemos soñar), más, más, más…

Y hablando de viajes, que tal los que se sacan de la manga cual David Copperfield, nuestros amigos del Ayuntamiento, que mandó a cuatro de sus funcionarios “de primer nivel” al Seminario de Capacitación Electoral, que se celebró en la nada despreciable playita de Miami, con $16,275.86 para sus chácharas y hacerse trencitas en la playa; en el que los susodichos obtuvieron “las herramientas necesarias para enfrentar las crecientes exigencias que presentan las campañas políticas modernas y aumentar las posibilidades de éxito en el momento de las elecciones” (se han de referir a la guerra sucia y la compra de votos de manera menos descarada). Todo esto una semana antes de mandar a 28 servidores más (incluyendo al propio alcalde) a un VTP a las preciosas playas de Cancún, al Congreso Nacional de Municipios, con un costo de $332,000.00, patrocinado por el cada vez más golpeado erario público (para que vean que nuestros impuestos no se desperdician).

Pero eso sí, nuestros “queridos” diputados no niegan que haya crisis, como lo declaró el presidente del Congreso Jorge Neaves Chacón: “Debido a la crisis, a nivel local se tendrán que hacer los ajustes necesarios y proyectos de austeridad en las diversas instancias de los tres órdenes de gobierno”. Pero al cuestionársele sobre si el disminuir los sueldos de los legisladores podría ser una opción, presuroso contestó: “Esa no es la solución”.

¡Pobrecitos! ¿Cómo se nos ocurre querer bajarles el sueldo? Si levantar el dedo a de ser bieeeeeen difícil, y se han de necesitar habilidades que nosotros, la gente común y corriente no tenemos, y que sólo poseen los más adelantados como ellos. Además, si les bajamos el sueldo, no les alcanzaría ni para comer, que no ven que todo está subiendo, por eso ellos también tienen que aumentarse el sueldo de a $18,000.00 por año (como en el 2007) para contrarrestar el alza de precios. No hay que ser raza, ¿y nuestra caridad?