¡Esto es un cochinero!

Y así nos dicen que creamos en la democracia…

Los recintos del PRD se convirtieron en un trochil, en un acto que, según esto, debió haber sido una muestra de la más pura democracia, pero no fue así. Y es que cuando se llevaron a cabo las elecciones internas para elegir a sus candidatos, en lugar de mostrar credibilidad, mostraron una vulnerabilidad entre sus filas, que solamente los debilita más. Es de todos sabido la división que hay dentro de ese partido, que según se formó con la crema y nata de la política nacional, con gente cansada de pan (o más bien PRI) con lo mismo; pero desde su formación misma, el partido no se pone de acuerdo ni sólo: que si los Chuchos, los Bejaranos, los Ebrard, y hasta los obradores, que no se sabe si están o no están… en fin un desastre que ni ellos entienden.

Pues bien, en medio de esas “democráticas elecciones internas”, resultó (qué raro) que hizo su aparición la compra de votos ¡en el mismo partido! El reparto de despensas se convirtió en la mejor campaña política que le pudieron copiar a su papá (pero les salió cara ¿no? Porque el PRI compraba los votos con una torta y un refresco solamente, no con la despensa completa ¿o será que los perredistas son más buena gente?). Pero bien, dejando de lado el cinismo de los militantes del partido que aceptaron el reparto de despensas, quizá el colmo de esta jornada fue el caso de Mario Moreno Conrado, edil de Ixtapaluca que fue precandidato a Diputado Federal, aún estando arraigado por tener vínculos con la banda de secuestradores de “los tenientes”. Pero si esto es de por sí sorprendente, lo es mucho más que ¡el señor ganó! Si bien es cierto que aún no se comprueba si tiene relación con la banda, entre que si son peras o son manzanas, ¿qué persona en sus cabales va a votar por un tipo al que se le acusa de secuestrador? ¡Bendita seas democracia!

Y en el ámbito local, tras la orden de aprensión contra el ex alcalde de la ciudad Juan Blanco, el Gobernador del Estado hizo público que algunos militantes del PAN, como Antonio López, Javier Gaudini, Jorge Espino, Roberto Lara y Fernando Álvarez (finísimos todos ellos), quisieron negociar por debajo de la mesa un “acuerdo político” para desistir de las acusaciones contra Juan Blanco (quién claro, ya se amparó): “Hubo algunos colaboradores cercanos al ex alcalde Juan Blanco que ahora ocupan otras responsabilidades en el congreso del estado, que buscaron una negociación por debajo de la mesa”, a lo que Reyes Baeza contestó: “La ley no se negocia, sino que simplemente se aplica” (nada más le faltó decir: “Ahí están los narcos y sicarios que no nos dejarán mentir”). Y bien, luego Cruz Pérez Cuellar, dirigente estatal del PAN, le entró a las declaraciones contra el PRI, igualito como le hace su dirigente nacional, Germán Martínez; pues dijo que Baeza, como Ejecutivo Estatal, intercede por su partido en este proceso electoral (¡ay!, que poco aguanta, si nada más se ha metido tantito, que comprenda que como quedaron en que no se tocaría el tema de la inseguridad en las campañas, hay que buscar de donde agarrarse).
No quiero decirles cerdos porque estimo mucho a esos simpáticos animalitos, pero la verdad, esto sí es un cochinero; ¡y así nos dicen que creamos en la democracia! ¡Y nosotros seguimos creyendo!